24 Abr Boda Sara + Ivan, Celebraciones el Coto, La Linea de la Concepción.
Después de hasta 7 cambios de fecha por motivo del Covid-19, al fin, Sara e Iván se daban el sí quiero en su deseada boda.
Sara se arreglaba en casa de sus padres en la Linea de la Concepción, rodeada de los mismos, sus hermanas e incluso su suegra que estuvo por casa para los preparativos.
Sara es de esas personas que no puede dejar de sonreír, que contagia su felicidad, y ese día más aun si cabe, desde primera hora ya estaba altavoz en mano escuchando a su Camilo.
Para el peinado contaba con Juani que fue toda una alegría volver a coincidir con ella y para el maquillaje contó con alguien de confianza como es Maria Eugenia y los retoques de nuestra Ivana.
Sara vestía un precioso vestido de Franc Sarabia, con zapatos de Paco Rodriguez y ramo de La casa de las Flores.
Con Iván estuvimos en dos partes, sin que el lo supiera lo sorprendimos en su barbería de confianza, en la Barbería de Guadiaro, donde además de grandes fotos también nos echamos buenas risas, lo mejor de las bodas es eso, el feeling que se crea con los novios que pasan de ser clientes a amigos.
Durante los arreglos en casa de los padres, Iván se mostraba tranquilo, casi tanto como el padre que se echó su partidilla de ajedrez online mientras Iván se echaba sus cremitas para estar aun más guapetón el día de su boda.
Para el momento de vestirse le acompaño su querido sobrino y su madre que a la vuelta de casa de Sara le acompaño en todo momento.
Iván, elegantísimo, vestía de Lebrel Malaga.
La ceremonia, como no, en la Inmaculada de la concepción de la Linea también, se alargó algo más de lo calculado no porque la novia llegase tarde, sino porque no pararon de acontecer cosas tales como lecturas de los invitados, cantes y dedicatorias, fue una ceremonia muy emotiva.
Tras la ceremonia nos dirigimos a Celebraciones el Coto donde sería el banquete para hacer algunas fotos de posados, pero el tiempo no nos dejo aprovechar las zonas exteriores y tuvimos que resguardarnos dentro.
El cóctel, como peculiaridad por motivo de ser una boda en tiempos de covid, fue directamente en las mesas, pero no por ello fue aburrido, y es que la gente de Sara e Iván no dejaron que fuese una boda aburrida en ningún momento, y estar en mesas separadas no les impidió disfrutar de la boda.
El banquete tampoco fue nada normal, la comida y el servicio espectacular como siempre a cargo de Celebraciones el Coto, con Merci a los mandos, pero ya las actuaciones en directo con el montaje de Eventos Ruiz es de otro nivel, poder comer con música flamenquita en directo es un gran lujo!! creemos que la comida ni engorda (Ojalá!!!)
Un momentazo fue cuando Adriana, la sobrina de Sara, que ese mismo día celebraba la comunión junto a ellos se subió al escenario y nos regaló un baile flamenco que puso a todos en pie y por supuesto, otro momentazo fue el momento de nuestra proyección donde vieron las fotos del mismo día de su boda.
He de reconocerlo, en el momento de la proyección estaba al borde del infarto, sabía de sobra que lo que iba a mostrarles les gustaría y emocionaría, pero aun no me acostumbro a ese momento y más aun si cabe después de casi un año sin bodas.
El momento fiesta fue de otro mundo, me quito el sombrero ante Diego Macías DJ que supo poner a la gente al 200% nada más ponerse a pinchar y es que se notaba que la gente tenía ganas de fiesta después de tanto tiempo sin ella con tantas restricciones y Diego supo como hacernos, incluido a nosotros, de ponernos a bailar.
Una boda y unos amigos que nos quedamos en el corazón para siempre, amamos nuestro trabajo solo por el echo de vivir experiencias así.